martes, 19 de octubre de 2010

MARTES 19: MAGIDETH, SIN PALABRAS

Madrugamos como siempre, y nos ponemos en marcha. Me repito en lo mismo día tras día, pero el mejor recuerdo que me queda son estas primeras horas de la mañana. Y aquí en el Akakus con todas estas formaciones rocosas, las sombras y demás, es una pasada

Avanzamos hasta una zona donde contemplemos unas pinturas prehistóricas, en cualquier otro sitio civilizado, esto estaría poco menos que acordonado, y en una urna, aquí, al aire libre

Hay teorías de todo tipo con el tema este de las pinturas, hasta que si pueden ser de extraterrestres, la verdad que la pinta de la primera lo es







Aprovecho para sacar fotos a todo el grupo



Panorámica del sitio



Seguimos camino



El gran Heidi



Y llegamos a otro sitio mítico del Akakus, la Pata del Elefante, impresionante la erosión de la roca:



A partir de aquí llevo yo el coche, no hay dunas, sí bastante arena, pero sin problemas, son sitios muy abiertos, en lo que se convierte para mí en la mañana más divertida del viaje, la salida del Akakus, fue una pasada, no íbamos en grupo como solía ser habitual, sino que se dejó libertad, no había pérdida ya que llevábamos el track, y era cuestión de no desviarse mucho de los waypoints.

Recuerdo una zona en la que nos desviamos del track mínimamente, y fuimos a parar a una especie de plazoleta sin salida, dimos la vuelta, y desde ese momento rodamos con Andrés y Carlos, unas veces se equivocaban unos, otras otros, pero la mañana de navegación fue muy entretenida, había zonas muy muy rápidas, con aquel paisaje entre rocas, era una pasada, y no pude evitar volver a acordarme de la moto, e imaginarme por aquellos parajes haciendo lo mismo pero en 2 ruedas!





Hubo zonas en las que aparecieron las piedras, a partir de ahora, el hinchar-deshinchar seria constante durante el resto del día y el siguiente



Vimos a un crio con un rebaño de cabras



Esta foto de Víctor, demuestra que pasamos por el famoso dedo de dios, pero nosotros no sé si por despiste o qué, no lo vimos en directo



Y poco a poco, después de recorrer pistas duras, hamadas, etc etc, vamos acercándonos al Magideth





Lhamin y Heidi:



Y poco a poco el paisaje va cambiando, la arena vuelve a aparecer, y las rocas también, pero entramos por una zona mucho mas estrecha que en el Akakus, como si fuesen calles y los edificios rocas, cada una con una forma mas rara que la anterior, alucinante







Estamos flipando con lo que vemos, esto es literalmente un bosque de rocas, en vez de árboles, son rocas y más rocas de las formas más extrañas que te puedas imaginar.
Nos paramos en un mirador, y contemplamos el espectáculo, un laberinto de rocas con callejuelas de arena que te deja boquiabierto







Es la primera vez en todo el viaje, que no hace calor, frio tampoco, pero el cielo pinta muy negro, hay algo de viento, y nos ponemos los forros polares, mientras seguimos alucinando con el paisaje





 





Estamos a muy pocos kilómetros de la frontera con Argelia, por lo que las medidas de seguridad son aún mayores, aparte del sequito habitual, esta vez nos acompañan 2 Pick up también de policías, que se lo pasan como los indios haciendo el pijo por la arena



Buscamos un sitio entre el laberinto de rocas, una pequeña plaza, donde nos pondremos mas o menos en circulo





Los libios a lo suyo:



En este momento empieza a llover, primero un poco, y después con más fuerza, hay un grupo que se va a dar una vuelta con los alrededores a pata, pero con este tiempo nosotros nos quedamos, me meto en el coche, porque no me apetece mojarme



Después de caer una buena chuza, parece que para, me descojono de los que dicen que nunca llueve en el desierto!!

Cenamos una buenísima ración de callos, con las sombras de las rocas de testigo



Y como siempre, copichuelas (las provisiones se van acabando), fuego, briefing, en el cual es la primera noche medio-clara que permite ver el cielo estrellado, y contemplamos alucinados como una especie de meteorito cae del cielo, uno de esos momentos que se te queda en la memoria para siempre.

EL entorno de noche es también brutal, las sombras de las rocas a la luz de la luna, bufff por mucho que cuente…hay que vivirlo

No hay comentarios:

Publicar un comentario