Las noticias del coche de Luis Rosa seguían siendo malas, la pieza estaba en camino, y ellos tras un intento de reparación, y conseguir que el coche andase, se volvieron a quedar tirados, y separados en 2 grupos…una odisea. Por otra parte, Andres seguía tirado en los lagos, esperando reparación, mientras Dani se volvia loco buscando piezas por los pueblos cercanos, Awbari y Djerma.
No hay ningún tipo de plan para el día de hoy, no podemos avanzar en el itinerario previsto, y se decide suspender el Murzuq. Para muchos coches se acabó el viaje, Jaume junto con Ramon y Carme, deciden ir tirando dirección norte, hasta que el viernes nos veamos todos en Sabratha.
El Mercedes G también se va, tras un intento fallido de repatriación con el RACC, otro seguro se hace cargo del coche. Y Cesar y Garrote, abandonan voluntariamente el viaje, con la mala suerte de que el coche de Cesar gripa el motor de camino. Parece que todo se viene abajo y todavía queda una semana de viaje…
Como digo, no hay planes para hoy, unos se van a los pueblos cercanos, otros se quedan en el camping, y por la tarde irán a buscar a Andrés a los lagos. Nosotros nos quedamos con Carbonell e Issa para ir hasta Awbari(pueblo) y buscar ruedas para Carbonell, que después de los 5 pinchazos, llevaba diferente medida en el tren trasero y en el delantero, por lo cual no era plan de ir así, necesitaba otros 3 neumáticos nuevos.
Nos vamos para Awbari (pueblo) hay bastante vidilla en el pueblo, tiendas de todo tipo abiertas, las de recambios de coches son la coña marinera. Entramos a donde Carbonell había encargado las ruedas, después de una conversación entre ingles/francés/árabe con cutre-traducción simultánea, lo único que sabemos es que las ruedas no llegarán antes de las 2 de la tarde, y son las 11 de la mañana, asi que a tomárselo con calma…porque esto es África, como la cancioncita…
Nos da tiempo a recorrer unas cuantas tiendas de recambios, preguntar por algún chollo que la gente había encontrado el día anterior, pero nada de nada. Comemos un kebap, nos llueve, nos hace sol, y por fin antes de las 3 aparecen las ruedas, ahora hay que llevarlas a montar
Llegamos al taller, regentado por un grupo de mecánicos de Mali, que casualmente están comiendo, toca esperar de nuevo, este país, va a otra velocidad, no solo en Marruecos
Prisa mata:
Y después de hora y pico, de espera, nos dio tiempo a negociar con otro Touareg de Niger, le compramos 4 pijadillas después de un duro regateo. Nos vamos para el camping
Llegamos al camping, pero hoy al de al lado, que pinta bastante mejor, otra vez hay una luz especial al atardecer:
Nos vamos al pie de las dunas a esperar por el resto de la expedición que vienen con Andrés, después de solucionar la avería del 100.
El espectáculo que vemos mientras esperamos es la recoña, turismos, no 4x4, acelerando a tope, desde abajo para subir la duna, y quedándose a mitad de camino, bajan, empiezan a hacer ochos, vuelven a subir, el coche se deja los bajos, luego otro y otro, y otro grupo que está más arriba, se quedan atascados, lo vuelven a intentar, una auténtica romería que por lo visto se forma siempre que llueve un poco y estos cafres intentan subir e incluso llegar a los lagos con turismos, otra decepción mas sumada a todo el entorno de los famosos lagos del Awbari, muy guapos, pero así NO.
El grupo llega con Andrés muy animados, después de pasar una noche más en la arena.
Nos vamos al otro camping, no tiene nada que ver con el del día anterior, las camas no se si tendrán pulgas, pero las cabañas se ven mejores, además cuentan con el arma definitiva, un bote spray de Bloom, el más potente que vi y olí nunca, debe estar prohibido en Europa, la virgen, aquello era como echar disolvente o gasofa con acido, era fortísimo, rocié la cabaña, y la cerré bien. De todas formas, no había la fauna de mosquitos de la noche anterior
El grupo de Javier, David, Toni y Juan Carlos nos invitan a unas chuletas a la parrilla, compartimos jamón y queso,
y disfrutamos de una cena cojonuda con risas y nuevas esperanzas de que el viaje continúe sin más percances. Las noticias son buenas, y nos reuniremos mañana lunes con Luis Rosa, Sanglas y Kenneth, de camino al Akakus, etapa no prevista e improvisada, después de la suspensión del Murzuq.
Después de unas copas, y muchas risas con Juan Carlos, Toni y compañía, me voy al catre, en esta ocasión, el spray hizo efecto, y no hay ni zumbidos ni fauna voladora, así que a dormir toda la noche del tirón.
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