domingo, 24 de octubre de 2010

DOMINGO 24: VUELTA A CASA

Nada destacable en el último día de regreso. Salimos pronto de Hammamet rumbo al puerto de la Goullette, donde nos queda una buena espera, así que me dedico a sacar fotos a los que esperan como nosotros a embarcar

No puedo evitar pararme a babear con esto









Y ahora los coches, los clásicos, 205 levantados, 2CV tuneados, la caña 







Este Defender iba pasao de rueda, 305 creo recordar



algun fierro mas:



Y la americanada de turno:



Embarcamos, pero hasta las 3 de la tarde no salimos de Túnez. La travesía de 24 horas esta vez fue un poco calvario, sobre todo por la mañana, donde estuve a punto de echar las tripas por el maremoto que había, a las 11 intente ir a desayunar pero me tuve que volver al camarote pitando, posición horizontal, si no te mueres.

Antes de bajar a los coches, nos vamos despidiendo de todo el mundo, de todos los compañeros, con los que hemos compartido estos más de 15 días

Llegamos a Marsella a las 3 de la tarde, pero no salimos del barco hasta las 5, después de hacer un invento para poder arrancar el coche (veníamos arrastrando un problema con la batería desde días atrás), salimos sin más problemas. Un caos de salida de Marsella, un pequeño despiste en una desviación, y rumbo a España

Llegamos a las 4 am del martes 26, cansados pero contentos.

sábado, 23 de octubre de 2010

SÁBADO 23: VUELTA A TÚNEZ

Madrugamos de nuevo para cruzar pronto la frontera, no nos llevará tanto como en la entrada pero unas 2 horas no nos las quita nadie





Nos despedimos de Heidi, Lhamin no sé en qué punto desapareció, y entramos a Túnez donde nos queda una buena kilometrada hasta llegar a Hammamet



Vamos un grupo con Ramón, y Jaume, la circulación en algunos tramos es caótica, hay auténticos suicidas que intentan adelantar por lo criminal, hay que andar con mucho ojo.
Paramos a comer a mitad de camino cordero chamuscao, pero comible.

Seguimos ruta hasta que en cierto momento nos adelantamos y llegamos a Hammamet donde repostamos en la primera gasolinera y  Luis Rosa nos guía hasta el hotel.
Por la tarde aprovechamos para ir a la Medina de Hammamet, hacer unas compras rápidas previo pesadísimo regateo, y volvemos al hotel para cenar

En el hotel me conecto a la civilización por wifi, después de 15 días, y entramos a cenar. El hotel estaba bien, pero la cena, pese a parecer variada, no fue para tanto





Acabamos de cenar y nos vamos a un salón privado a hacer la reunión final del viaje, y comentar como ha ido todo. Se ve a Luis Rosa algo tocado, por ser su coche el que varió el transcurso del viaje. Pero pese a quedarnos sin el Murzuq (excusa para volver), disfrutamos del Akakus y el Magideth que son también espectaculares, y al final hemos conseguido acabar un porcentaje muy alto de los que empezamos esta aventura, asi que debe estar satisfecho por otra parte.



Vamos saliendo todos los participantes a recoger un detalle, y la mayor coña viene en la salida de la Pareja de Hecho, Toni y Juan Carlos, constantes coñas durante todo el viaje por la radio, hubiese pagado por meterles una cámara oculta en el coche, y ver en directo la convivencia todos estos días, son la coña. Aquí de camino al altar





Salimos del salón, y en el hotel hay un espectáculo de travelos bastante lamentable, donde sacan a bailar y a cantar a los guiris, ridículo total

Después de intercambiar fotos con Víctor, también nos pasa algunos mapas de Marruecos y Libia, nos vamos a dormir, que mañana es el ultimo día en África.

viernes, 22 de octubre de 2010

VIERNES 22: SABRATHA

Salimos sin grandes madrugones como otras veces, hoy a tiempo de sobra, haremos noche en Sabratha, ya en la costa, cerca de la frontera, para el sábado cruzarla y empezar a remontar Túnez

Poco que contar del viernes, llegamos a mediodía a Sabratha, donde fuimos a visitar la antigua ciudad romana a orillas del Mediterráneo





 







Después de la visita, fuimos a comer pescado, que se agradecía después de 15 días, y por la tarde volvemos al hotel donde nos reencontramos con Ramón, Carme y Jaume, que han pasado unos días por Tripoli, Leptis Magna, etc de turisteo.

Después ducha siesta, vamos al pueblo a repostar, caos de circulación, volvemos al hotel, antes de cenar las cervezas escasean  y hay que compartir…

Cenamos en el propio hotel, la peor cena de todo el viaje, primero una sopa que me negué a probar y luego un cuscus que picaba muchísimo y estaba malísimo…para esto, me voy al coche, me abro una lata y me quedo tan feliz

La cama otra tabla, mucho mejor el colchón y la tienda, donde va a parar…

jueves, 21 de octubre de 2010

JUEVES 21: AWBARI + HAMADA ZENER

El último amanecer en el desierto hay que saborearlo bien, me quedo con muchas imágenes de estos amaneceres y estas primeras horas rodando mientras el sol se levanta



LA jornada es mas entretenida que la de ayer, pero poco que destacar, algún cordón de dunas y poco más.



Parada mañanera para el sólido, aquí el gran Toni, botella en mano, preparado para el almuerzo



Seguimos con las últimas dunas





En uno de los cordones, vendría para nosotros uno de los mayores sustos del viaje, una duna cortada, pero de las que habíamos pasado ya miles, el tema fundamental es que no sabíamos cuanto de cortada era, por no llevar la referencia del coche de delante, entonces veo como mi padre la encara demasiado fuerte y al llegar arriba, no afloja lo suficiente, y pasamos de ver cielo a suelo, pero VOLANDO literalmente, y caemos en picado con el morro. Una buena ostia, de la que a dia de hoy no se cómo no saltaron los airbags, y menos mal que era bajita, porque si llega a ser mayor, no se lo que hubiese pasado.

Fue un error de conducción, no sabemos si por falta de concentración después de tantos días sin hacer dunas, o por lo que fuese, pero el golpe fue brutal.
Después del susto, seguimos y aparentemente todo va bien, menos mal, pero no te puedes fiar hasta el ultimo dia, la puedes cagar al menor fallo, o tú, o la mecánica.
Ya vemos el final del desierto, la ultima parte es muy ratonera, dunas muy cortas pero muy seguidas, como una montaña rusas, zona muy técnica, muy parecida a Tunez, decían los expertos.

Salimos a la primera hamada, volvemos a hinchar por ultima vez, y paramos a comer



Por la tarde vendría el plato final del viaje, la Hamada Zener, nos quedaban 240km desde el punto donde estábamos hasta la salida a la carretera, y como “supuestamente” no habría pérdida, nos dejaron libertad de movimiento, otra vez se trataba de seguir waypoints y listo.

Pero el problema básico de nuestro GPS es que no llevábamos mapa, y sí tenemos y vemos el track, no exactamente el track, si no una sucesión de waypoints unidos por rectas, pero esas rectas no son el camino real. En el Garmin, directamente y no se la razón, solo veíamos waypoints sin unir, y para mas lio en cierto punto se juntaban los del dia de la ida con los de hoy, vuelta. Todo esto tiene su explicación  a continuación

Pues salimos los segundos, detrás de Sanglas, después de atravesar un cañón, con zonas cuasi-trialeras, con enormes piedras y escalones, la pista se abre y salimos a la hamada.

A partir de ahora y en los próximos 200km o mas solo se ve una llanura en la que solo ves horizonte mires a donde mires, lógicamente no es plano como parece, tiene sus sorpresitas…

Llevo yo el coche, mi ritmo es conservador, no paso de tercera, porque es el ultimo día, no queremos cagarla al final, pero los coches nos van pasando, primero Iñaki, luego Kenneth, Rafa también, hay momentos en los que rodamos solos muchos kilómetros, pero en cierto momento te desvías del track porque pierdes las rodadas, intentas recuperar el rumbo, pero te metes en un oued (rio seco de arena) o una zanja y la cagas. En esa tensión por querer correr más, me trago un oued de pleno, clavo freno, pero no lo puedo evitar, y damos 2 botes, que pensé “se acabó”, creía que habíamos roto algo seguro, pero por suerte no.

Esta misma situación se volvió a repetir, 200 y pico km de hamada dan para mucho, aunque no me comí ningún oued mas, ya iba con mucho mas control. A parte nos empiezan a despistar cuando por radio unos hablan de los waypoints de ida, otros de los de vuelta, esto es un caos, estamos solos en medio de la nada, no hay coches por delante ni por detrás, yo intentando encontrar la trazada, intentando evitar oueds, no yendo muy lento porque según mi padre íbamos los últimos, pero tampoco apretando mucho por si nos comíamos un oued, todo aderezado con unos cuantos gritos y discusiones, un final de fiesta exquisito.

Por fin localizamos la famosa auto-pista, que no dejaba de ser una pista ancha mas arreglada para los camiones, que nos sacaría del desierto y nos llevaría a la civilización, después de un momento de duda, donde vemos pasar a un coche en la dirección que no era, cambiamos el sentido, y por fin tras un tramo grande por la auto-pista, salimos al asfalto, llegamos al primer pueblo, y esperamos en la gasolinera. La gran sorpresa (no para mí) es que llegamos los cuartos, cuando íbamos a llegar los últimos…

 

En la gasolinera esperamos al resto del grupo, y veos el único desperfecto en el coche, el intermitente izquierdo está colgando, debido a la rotura de una pestaña que lo sujeta, que se rompió al pegar la morrada en la duna por la mañana, la aletas cedieron un poco hacia fuera, y se partió la pestaña. Podemos estar contentos después de todo lo pasado, que solo tengamos esta pequeña pijada



El resto de grupo, tardarían muchísimo más, casi dos horas o más después que nosotros, llegan de noche ya al campamento, similar al del primer día, cerca de la carretera, en una zona de piedras, horrible para acampar, aquí es cuando echas de menos una tienda de techo, en la cual te evitas estos problemas.

Cenamos y me voy para la cama pronto, el cansancio se nota, y a partir de ahora solo queda aburrido asfalto hasta volver a casa.

miércoles, 20 de octubre de 2010

MIERCOLES 20: VOLVEMOS AL AWBARI

Salimos a primera hora del Magideth, volvemos a hinchar ruedas, porque encontraremos pistas de piedra a lo largo de la jornada, y la rutina del hincha-deshincha será constante en la jornada de hoy.

Vemos unos camellos al amanecer





Brutal:


Seguimos, y las pistas duras se combinan con tramos de arena





La jornada transcurre sin sobresaltos, ya nos vamos mentalizando que esto se acaba, y ya hemos visto lo mejor. Volvemos al Awbari, pero vamos durante muchos kilómetros, bordeando los cordones de dunas, de todas formas, la ruta que seguiremos será la “clásica”, la fácil para entendernos, por donde suelen circular las caravanas de camiones de los pozos petrolíferos. Una ruta que nada tiene que ver con la que hicimos en la ida

Así y todo, algún tramo de dunas sí que pasamos, incluso evitamos una mega-olla bastante peligrosa. Aquí los coches en el borde de la misma, cuyas dimensiones se pueden adivinar en la foto



Mas dunas








En la parte final de la jornada, hay un tramo de hamada de piedras bastante largo, donde hay que andar muy al loro, por las velocidades que se pillan, y las sorpresas que te puedes encontrar. Cuando estábamos casi llegando al punto de acampada, Peluky avisa de que ha roto amortiguador, damos la vuelta y vemos el problema





Exactamente no fue el amortiguador, fue parte de un trapecio lo que cascó, tocaba reparación, con la noche casi encima.

Nos vamos a acampar, y de la que buscamos el sitio, otra vez a pie de dunas, la arena esta muy blanda, y hasta Manolo se queda enganchado





Un dia sin mucha historia, y ya con la mentalización de llegar enteros al final del viaje, solo nos quedaría una jornada de arena, y ésta sería nuestra última noche en el desierto.

Disfrutamos en la cena, un delicioso pato a la naranja, obra del mejor chef: Toni Rosa, las ultimas copas del viaje, el ultimo briefing…esto se acaba snif

martes, 19 de octubre de 2010

MARTES 19: MAGIDETH, SIN PALABRAS

Madrugamos como siempre, y nos ponemos en marcha. Me repito en lo mismo día tras día, pero el mejor recuerdo que me queda son estas primeras horas de la mañana. Y aquí en el Akakus con todas estas formaciones rocosas, las sombras y demás, es una pasada

Avanzamos hasta una zona donde contemplemos unas pinturas prehistóricas, en cualquier otro sitio civilizado, esto estaría poco menos que acordonado, y en una urna, aquí, al aire libre

Hay teorías de todo tipo con el tema este de las pinturas, hasta que si pueden ser de extraterrestres, la verdad que la pinta de la primera lo es







Aprovecho para sacar fotos a todo el grupo



Panorámica del sitio



Seguimos camino



El gran Heidi



Y llegamos a otro sitio mítico del Akakus, la Pata del Elefante, impresionante la erosión de la roca:



A partir de aquí llevo yo el coche, no hay dunas, sí bastante arena, pero sin problemas, son sitios muy abiertos, en lo que se convierte para mí en la mañana más divertida del viaje, la salida del Akakus, fue una pasada, no íbamos en grupo como solía ser habitual, sino que se dejó libertad, no había pérdida ya que llevábamos el track, y era cuestión de no desviarse mucho de los waypoints.

Recuerdo una zona en la que nos desviamos del track mínimamente, y fuimos a parar a una especie de plazoleta sin salida, dimos la vuelta, y desde ese momento rodamos con Andrés y Carlos, unas veces se equivocaban unos, otras otros, pero la mañana de navegación fue muy entretenida, había zonas muy muy rápidas, con aquel paisaje entre rocas, era una pasada, y no pude evitar volver a acordarme de la moto, e imaginarme por aquellos parajes haciendo lo mismo pero en 2 ruedas!





Hubo zonas en las que aparecieron las piedras, a partir de ahora, el hinchar-deshinchar seria constante durante el resto del día y el siguiente



Vimos a un crio con un rebaño de cabras



Esta foto de Víctor, demuestra que pasamos por el famoso dedo de dios, pero nosotros no sé si por despiste o qué, no lo vimos en directo



Y poco a poco, después de recorrer pistas duras, hamadas, etc etc, vamos acercándonos al Magideth





Lhamin y Heidi:



Y poco a poco el paisaje va cambiando, la arena vuelve a aparecer, y las rocas también, pero entramos por una zona mucho mas estrecha que en el Akakus, como si fuesen calles y los edificios rocas, cada una con una forma mas rara que la anterior, alucinante







Estamos flipando con lo que vemos, esto es literalmente un bosque de rocas, en vez de árboles, son rocas y más rocas de las formas más extrañas que te puedas imaginar.
Nos paramos en un mirador, y contemplamos el espectáculo, un laberinto de rocas con callejuelas de arena que te deja boquiabierto







Es la primera vez en todo el viaje, que no hace calor, frio tampoco, pero el cielo pinta muy negro, hay algo de viento, y nos ponemos los forros polares, mientras seguimos alucinando con el paisaje





 





Estamos a muy pocos kilómetros de la frontera con Argelia, por lo que las medidas de seguridad son aún mayores, aparte del sequito habitual, esta vez nos acompañan 2 Pick up también de policías, que se lo pasan como los indios haciendo el pijo por la arena



Buscamos un sitio entre el laberinto de rocas, una pequeña plaza, donde nos pondremos mas o menos en circulo





Los libios a lo suyo:



En este momento empieza a llover, primero un poco, y después con más fuerza, hay un grupo que se va a dar una vuelta con los alrededores a pata, pero con este tiempo nosotros nos quedamos, me meto en el coche, porque no me apetece mojarme



Después de caer una buena chuza, parece que para, me descojono de los que dicen que nunca llueve en el desierto!!

Cenamos una buenísima ración de callos, con las sombras de las rocas de testigo



Y como siempre, copichuelas (las provisiones se van acabando), fuego, briefing, en el cual es la primera noche medio-clara que permite ver el cielo estrellado, y contemplamos alucinados como una especie de meteorito cae del cielo, uno de esos momentos que se te queda en la memoria para siempre.

EL entorno de noche es también brutal, las sombras de las rocas a la luz de la luna, bufff por mucho que cuente…hay que vivirlo